Imagen de una de las muchas actividades organizadas en la biblioteca de Grañén.
Las bibliotecas municipales de Tardienta, Grañén y La Almolda han sido distinguidas con un Premio María Moliner, un reconocimiento otorgado por el Ministerio de Cultura y la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) a los mejores proyectos de animación a la lectura desarrollados en municipios de menos de 50.000 habitantes.
Las tres localidades monegrinas se encuentran entre las 331 bibliotecas premiadas en toda España dentro de la XXV edición, que recibió un total de 562 proyectos. Cada entidad obtendrá 2.777,77 euros, destinados principalmente a la adquisición de libros y suscripciones a publicaciones periódicas, reforzando así sus fondos documentales y su programación cultural.
El galardón pone en valor iniciativas que buscan acercar la lectura a toda la población y reconoce aspectos como la originalidad, la planificación, la inclusión social y el impacto en su entorno. En este sentido, las tres bibliotecas premiadas han logrado consolidarse como espacios de dinamización cultural fundamentales para sus municipios, adaptándose a sus realidades locales y manteniendo un papel activo como agentes culturales.
Grañén: un proyecto para fortalecer redes
La biblioteca de Grañén ha sido reconocida por su proyecto ‘Tejiendo redes’, una iniciativa que da continuidad al programa anterior, ‘Ven a la biblioteca de Grañén’, creado tras su inauguración con el objetivo de acercar el nuevo espacio a los vecinos del municipio y su entorno. En esta nueva etapa, la propuesta se centra en consolidar a los usuarios ya fidelizados, fomentar la lectura y la cultura a nivel local y, sobre todo, crear redes de colaboración con centros educativos, asociaciones, instituciones y comercios del municipio, reforzando así la dimensión comunitaria del servicio.
Para lograrlo, la biblioteca ha desarrollado un amplio calendario de actividades dirigidas a todos los públicos: visitas guiadas, sesiones con clubes de lectura, presentaciones de libros, charlas, cuentacuentos, concursos, exposiciones, talleres de escritura o propuestas de biblioterapia, entre otras. La respuesta vecinal ha sido muy positiva, con una participación creciente y un notable incremento en el uso del espacio.
La biblioteca de La Almolda también ha promovido actividades para conocer los atractivos de las localidades más próximas.
La Almolda: imaginación, creatividad y comunidad
Bajo el lema ‘Haz volar tu imaginación’, la biblioteca de La Almolda ha impulsado un programa inclusivo y pensado para atraer a públicos de todas las edades. Su proyecto combina cuentacuentos, talleres sensoriales, juegos literarios, tertulias, actividades al aire libre, calendarios de adviento de lecturas y encuentros intergeneracionales, apostando por convertir la biblioteca en un auténtico espacio de encuentro y creatividad.
Una de sus señas de identidad es su apuesta por las redes sociales. La bibliotecaria Emilia Castillo ha consolidado una comunidad digital muy activa, con contenidos disponibles en Instagram, Facebook y TikTok.
Imagen de una de las actividades organizadas en la biblioteca de Tardienta.
Tardienta: lectura, territorio y proyectos que crecen
El proyecto BiblioConectados 2.5, eje central del programa de animación a la lectura de la Biblioteca de Tardienta, se basa en la capacidad del centro para crear conexiones reales entre personas, actuando como una gran red social comunitaria. La iniciativa reúne todas las actividades desarrolladas entre junio y mayo, adaptándose a las necesidades de cada usuario y dejando atrás el modelo rígido de biblioteca tradicional. Es un proyecto moldeado por y para las personas, donde la creatividad, la cooperación y la participación son esenciales para impulsar un desarrollo cultural democrático y sostenible.
Junto a este programa vertebrador, la biblioteca desarrolla otras líneas ya consolidadas, como EnganchARTE a Tardienta, Tardienta en femenino, la campaña estacional No hay primavera sin flores ni la biblioteca de Tardienta sin lectores, así como Una biblioteca de cine, dedicada al séptimo arte. También destacan la biblioteca solidaria, que cumple 13 ediciones, y las actividades de concienciación medioambiental, todas ellas concebidas para llegar a distintos públicos y reforzar la presencia de la biblioteca en diversos espacios del municipio.
Un reconocimiento al trabajo constante y a la cultura rural
Aunque con enfoques distintos, las bibliotecas de Tardienta, Grañén y La Almolda comparten una misma filosofía: convertir la lectura en un elemento de cohesión social, fomentar la participación vecinal y mantener la biblioteca como un lugar abierto, activo y enriquecedor.
El reconocimiento supone un respaldo institucional al esfuerzo cotidiano de estos equipamientos culturales, que en municipios pequeños actúan como punto de encuentro, acceso a la cultura y motor de actividad comunitaria.
El programa María Moliner, financiado por el Ministerio de Cultura con 1,1 millones de euros, subraya la importancia estratégica de las bibliotecas rurales. En un país donde la mitad de la población vive en municipios de menos de 50.000 habitantes, esta campaña reivindica que, como defendía la propia María Moliner, «cualquier lector, en cualquier lugar, pueda conseguir el libro que le interese».
