
Irene Martínez, en el nuevo salón que ha abierto en la localidad de Frula.
La emprendedora Irene Martínez ha decidido dar un giro a su vida y abrir un espacio donde el bienestar, la salud y la serenidad sean los protagonistas. Y lo ha hecho en la localidad monegrina de Frula. El salón se llama ‘Calma’, un nombre en consonancia con la filosofía de vida que ha adoptado y que ha guiado su camino durante los últimos meses.
Ubicado en uno de los vestuarios del salón municipal, el local, que ofrece una amplia carta de servicio, de masajes a drenaje linfático o presoterapia, ha sido completamente reformado y acondicionado y además, su apertura ha contado con la colaboración del Ayuntamiento de Almuniente-Frula, que ha cedido el espacio. Hoy luce cálido y acogedor, listo para acoger a los primeros clientes. De hecho, acaba de comenzar su andadura, con agenda abierta los martes, miércoles y jueves por la tarde, así como los sábados por la mañana.
Para Irene Martínez, vecina de Frula, este proyecto es el resultado de una apuesta valiente. Hace año y medio decidió dejar su empleo como comercial para buscar un modo de vida que le permitiera vivir con mayor calma y plenitud. «Me he formado desde cero, con trabajo y esfuerzo, con el ánimo de ofrecer un servicio completo y de calidad», destaca la emprendedora, que se muestra «ilusionada» con esta nueva etapa.
Pero su visión va más allá de lo personal. Irene Martínez defiende la importancia de acercar servicios de bienestar y salud al medio rural y, en especial, a las personas mayores, que a menudo encuentran dificultades para desplazarse a centros urbanos. Por ello, su carta de servicios incluye tratamientos especialmente pensados para aliviar problemas como la retención de líquidos, la circulación o la sensación de piernas cansadas. También ofrece desplazamientos a domicilio según municipio y bajo consulta previa.
El alcalde del municipio, Joaquín Monesma, se muestra satisfecho con la incorporación de este nuevo servicio, que mejora la calidad de vida de los habitantes de la población. También valora de forma muy positiva la apuesta de la joven emprendedora por el medio rural. «Todo lo que contribuya a ampliar servicios en nuestros pueblos es siempre una buena noticia. En este caso, además, hablamos de una apuesta valiente, que beneficia tanto a su promotora como al conjunto de la población. Por eso, desde el Ayuntamiento apoyamos y colaboramos con iniciativas como esta, ofreciendo facilidades a quienes apuestan por el medio rural y trabajan por mejorarlo día a día», ha subrayado Monesma.

Imagen del aspecto del salón Calma en Frula.
Amplia carta de servicios
El salón ‘Calma’ ofrece una amplia variedad de masajes y tratamientos que combinan técnicas tradicionales con tecnologías avanzadas. Todo pensado para favorecer el equilibrio entre cuerpo y mente.
En concreto, ofrece masaje relajante, descontracturante o drenante, con el fin de aliviar tensiones o activar la circulación; drenaje linfático manual, que es una técnica suave y efectiva que estimula el sistema linfático, elimina toxinas y reduce la retención de líquidos, así como belleza natural con aceites esenciales, que equilibran las emociones y potencian el bienestar.
De igual modo, dentro de su catálogo, figuran presoterapia, ideal para piernas cansadas, circulación y celulitis; radiofrecuencia, que estimula la producción de colágeno, y por ejemplo, un tratamiento avanzado para el cuidado lifático y estético que recibe el nombre de ‘linfaNew’.
Además de atender en Frula, Irene tiene previsto abrir próximamente un hammam, más conocido como baño turco, en Zaragoza. Un espacio diferente, donde el agua y el vapor serán los ejes del bienestar físico y emocional.