De izquierda a derecha, Alberto Solanes, Miguel Alcubierre, Miriam Ponsa y Antonio Peiró.
El científico Miguel Alcubierre Moya, natural de México y muy conocido a nivel internacional, ha visitado este miércoles la localidad monegrina de Tardienta, donde nació su abuelo, del mismo nombre, y donde comenzó una historia familiar que acabaría marcada por la guerra y el exilio, y también por la tragedia, ya que una parte de sus antepasados acabaron internados en los campos de concentración nazi, entre ellos, su tío abuelo, José Alcubierre, que sobrevivió y además, se convirtió en un testigo imprescindible del horror.
«No puedo describir lo que siento; estoy muy emocionado. Se me entrecorta la voz», ha dicho el físico, reconocido por haber formulado la famosa Métrica de Alcubierre, una propuesta teórica que sugiere la posibilidad de viajar más rápido que la luz sin violar las leyes de la relatividad. «En mi familia, Tardienta es una especie de leyenda, como un país muy lejano, que cuesta imaginar, y por lo tanto, verlo con mis propios ojos y caminar por sus calles supone cerrar un círculo; estoy realmente emocionado de conocer mis orígenes», ha dicho.
Miguel Alcubierre ha sido recibido en el Ayuntamiento de Tardienta, donde la alcaldesa del municipio, Miriam Ponsa, le ha hecho entrega de una rosa del desierto y además, le ha invitado a firmar en el libro de honor. Al acto, han acudido además otros miembros de la corporación, representantes de la Comarca de Los Monegros así como miembros de la Agrupación Astronómica de Huesca, artífices de su visita a la provincia oscense, donde está ofreciendo una serie de ponencias. Así, junto al científico, han estado su presidente, Alberto Solanes, y su delegado en Monegros, Jesús Fantova.
Acompañado por el historiador Antonio Peiró, autor de un libro ‘Miguel Alcubierre: testimonio de la emigración y el exilio, Alcubierre ha realizado un recorrido por las calles del municipio, donde ha visitado la antigua casa familiar, hoy rehabilitada. También tenía previsto desplazarse a las trincheras de la Guerra Civil recuperadas de Santa Quiteria así como visitar el Centro de Interpretación del Agua de Tardienta. Por la tarde, completará su itinerario acudiendo al Centro de Interpretación sobre la Guerra Civil en Aragón situado en Robres.
Imagen tomada delante del lugar que ocupaba la casa familiar de los Alcubierre.
Una historia marcada por el exilio
Según ha explicado el propio Alcubierre, su bisabuelo, junto al resto de su familia, abandonó Tardienta hacia 1920 por razones económicas. Se establecieron en Barcelona, donde su abuelo, Miguel Alcubierre, llegó a ocupar cargos importantes en la Generalitat durante la Segunda República. Cuando cayó Barcelona en 1939, la familia huyó del franquismo, refugiándose en Francia. Al poco tiempo, su rama directa, es decir, su abuelo y su padre, que entonces tenía entre 13 y 14 años, tuvieron la oportunidad de emigrar a México, donde nació el científico y en la actualidad, «viven unos 50 Alcubierre», ha dicho. «Todos descendientes de esta localidad», ha apostillado.
Su bisabuelo y su tío abuelo, José Alcubierre, se quedaron en Francia y acabaron en el campo de exterminio de Mauthausen. El primero no sobrevivió. El segundo, con apenas 14 años al llegar, logró salir con vida después de cinco años de cautiverio. Participó en la operación secreta para salvar y ocultar fotografías tomadas por los nazis, que resultaron fundamentales como prueba en los juicios de Núremberg y Dachau contra los crímenes nazis.
Tras la liberación, José regresó a Angulema (Francia), donde rehízo su vida. Durante muchos años, guardó silencio sobre su experiencia, pero en su vejez se convirtió en un testigo activo, dando charlas y participando en actos de memoria histórica.
Divulgación científica
Miguel Alcubierre Moya es además muy conocido por su labor divulgativa a través de las redes sociales. De hecho, su regreso a sus orígenes se produce en el marco de una gira científica organizada por la Agrupación Astronómica de Huesca. El físico estuvo este lunes en el Festival de Cine de Huesca, hablando de la influencia que la ciencia ficción tuvo en su decisión de estudiar Ciencias, y después, ofreció una conferencia en el centro cultural Manuel Benito Moliner. «Me están tratando muy bien y la respuesta de la gente está siendo magnífica», ha explicado.
Por delante, todavía le resta otra conferencia el miércoles en la capital aragonesa así como un seminario especializado en la Universidad de Zaragoza. Su charla, ‘Más rápido que la luz’, explora los límites de la física actual, pero también invita a soñar. «Mi propuesta es teórica y ahora mismo, poco probable de materializarse, pero no es un imposible, es decir, no es algo prohibido por la física. Se trata de un modelo teórico que requiere una cantidad de energía casi inimaginable y además, una especie de antigravedad que ahora mismo no existe. Pero no es algo prohibido por la física. Y eso es lo fascinante», ha señalado.
