
Imagen de la sala dedicada a las pinturas de Sijena en el MNAC. Verónica Lacasa.
El Gobierno de Aragón ha suspendido su participación en la comisión técnica creada por el MNAC para coordinar la devolución de las pinturas murales de Sijena, después de que el espacio expositivo haya presentado un incidente de ejecución ante el Juzgado de Primera Instancia número 2 de Huesca en el que vuelve a alegar «incapacidad técnica» para trasladar las piezas sin daño «irreparable». Para Aragón, los términos del escrito resultan «inaceptables» y además, suponen un intento de eludir una obligación judicial firme.
«Dicen que no pueden cumplir la sentencia porque las pinturas sufrirán daños irreparables, pero esa cuestión ya fue debatida durante el proceso y quedó zanjada. En la sentencia ya se dice quién es el titular de las pinturas y dónde deben estar, considerando incluso el desmontaje y el transporte», explicó la consejera de Cultura, Tomasa Hernández. También criticó que el escrito no proponga «ningún plazo para cumplir la sentencia», lo que, a su juicio, refleja «una voluntad implícita de no cumplir».
El comunicado del MNAC llegó apenas cuatro días antes de que venza el plazo voluntario para la entrega, que expira este jueves, al cumplirse los 20 días hábiles que contempla la Ley de Enjuiciamiento Civil. Si no hay restitución, se abriría la vía de ejecución forzosa, que podría incluir desde multas hasta el auxilio de la Guardia Civil, como ya ocurrió en 2017 con las piezas retenidas en Lérida. Hernández advirtió que Aragón solo aceptará el «cumplimiento íntegro, total y absoluto» del fallo y actuará «por todos los medios judiciales necesarios».
La consejera lamentó además la «ruptura del clima de confianza» y recordó que el grupo técnico se creó para «organizar cómo y cuándo trasladar las obras, no para discutir si debían devolverse».
En su escrito, el museo insiste en su «voluntad» de cumplir, pero alerta del riesgo para las obras, y en este sentido, reproduce lo dicho en su última reunión extraordinaria por el director del MNAC, Josep Serra, que las calificó de «artefacto extremadamente frágil» y con materiales de «alta reactividad química».
El abogado del Ayuntamiento de Villanueva de Sijena, Jorge Español, coincidió con la DGA. Para el letrado, el escrito «no es un incidente de ejecución; es una carta de excusas». Según dijo, el MNAC «busca eludir una responsabilidad penal diciendo que quiere cumplir, pero no puede», y recuerda que la sentencia ya resolvió los aspectos técnicos sin que el museo los recurriera.
Además de argumentar la imposibilidad de mover las obras de la sala capitular, el documento del MNAC también se refiere a las llamadas pinturas profanas, que forman parte del mismo procedimiento y que igualmente deben regresar a Aragón. En este caso, el museo defiende que «sus características y estado de conservación, desde un punto de vista estrictamente técnico, son diferentes» y explica que estas piezas no fueron afectadas por el incendio del monasterio durante la Guerra Civil, no necesitan tratamientos previos de consolidación y, además, se encuentran sobre soportes rígidos y planos. Ante ello, explica, «los riesgos para su manipulación y traslado son inferiores», y por lo tanto, sostiene que se está estudiando «de forma separada» su proceso de reintegración.
Desde el Gobierno de Aragón, insisten en que «solo aceptarán el cumplimiento íntegro de la sentencia», incluyendo todas las pinturas objeto del fallo, y además, subrayan que tampoco aceptarán «maniobras dilatorias» por parte del MNAC ni de las instituciones que forman parte de su patronato (Generalitat, Ministerio de Cultura y Ayuntamiento de Barcelona).