Imagen de la zona expositiva creada en los antiguos dormitorios de Sijena.
La sala de actos de la casa natal de Miguel Servet acogerá este sábado, 7 de junio, una jornada centrada en la recuperación patrimonial del Real Monasterio de Santa María de Sijena, con una charla y la entrega del galardón cultural La Preguera 2024. La actividad está organizada por el Instituto de Estudios Sijenenses Miguel Servet, con el apoyo del Ayuntamiento de Villanueva de Sijena y el Instituto de Estudios Altoaragoneses.
La cita comenzará a las 11.00 horas con la entrega del galardón, una distinción que concede el Instituto de Estudios Sijenenses Miguel Servet a personas o entidades que hayan contribuido al conocimiento y difusión del patrimonio cultural de Sijena. En esta edición, el reconocimiento recaerá en la Orden de Malta, por su apoyo institucional y vinculación histórica con el monasterio. El encargado de recoger el galardón será el subdelegado de la Orden en Aragón, Francisco Cavero de Pedro.
A continuación, los arquitectos Luis Franco Lahoz y Sergio Sebastián, responsables de las recientes intervenciones en el monasterio, ofrecerán una charla explicativa sobre el proceso de rehabilitación y musealización del cenobio. La exposición se centrará especialmente en los trabajos más recientes, entre ellos, la ampliación y mejora de los antiguos dormitorios, que actualmente albergan una exposición permanente con los bienes artísticos retornados.
La intervención arquitectónica ha supuesto una transformación integral del espacio monástico, con un nuevo recorrido visitable que permite apreciar joyas patrimoniales como la portada de las catorce arquivoltas, la iglesia, parte del claustro restaurado y la sala capitular.
El proyecto de restauración, impulsado por el Gobierno de Aragón a través de la Dirección General de Patrimonio Cultural y desarrollado desde 2002 por el equipo liderado por Luis Franco, Mariano Pemán y Sergio Sebastián, ha sido seleccionado como una de las cinco obras finalistas del Premio García Mercadal 2024, uno de los galardones más prestigiosos de la arquitectura aragonesa.
Trabajos desde el año 2002
Al inicio del siglo el monasterio presentaba un estado desigual. Salvo la iglesia, el refectorio y la panda sur, el resto del cenobio seguía en estado de ruina, dejando al conjunto monástico en una delicada situación: no era un enclave arqueológico, porque se había rehabilitado y usado una parte, pero tampoco estaba completada su recuperación. Además, no se podían recrear espacios en su aspecto medieval original, tanto por falta de información como porque «incurrir en lo que se denomina un falso histórico, está prohibido por ley, especialmente cuando los edificios presentan un estado total de ruina», explicaba Franco.
Así, el proyecto se ha centrado en recuperar su presencia y volumen, para dar un contexto material de tipo monástico y un sentido didáctico, que evoque aquella arquitectura perdida.
El monasterio se asienta sobre un remanso de agua subterránea, así, la intervención se inició el año 2002 con un drenaje profundo por gravedad, que conduce el agua hasta una cota inferior del freático.
Al mismo tiempo, se techaron las naves este y norte con un alfarje de madera y una cubierta plana y se repararon los muros haciendo que las lagunas del zócalo las dibuje el ladrillo que protege el tapial.
En el lado norte se recuperó su entidad espacial levantando muros de tapial de hormigón sobre el zócalo de piedra. Más tarde, se recuperó el lado este del claustro siguiendo la pauta de su zócalo, con la arcada de ladrillo y la cubierta. También se ha intervenido en la capilla barroca de la Inmaculada, recuperando la luz cenital y aquellos elementos que dibujan las proporciones que le dan su esbeltez, así como el acabado original de yeso monocromo de la cúpula.
Las últimas intervenciones, finalizadas el año pasado, han consistido en acondicionar las naves este y norte para poder exponer en su interior los bienes retornados a Sijena, atendiendo a la sala de instalaciones y los equipos de clima. Los servicios del aire y las conexiones eléctricas de las vitrinas se resuelven desde un banco corrido de madera. El pavimento utilizado es de piezas cerámicas triangulares colocadas en diagonal, y el espacio se ha cerrado con una cristalera que ocupa toda la sección de la nave para mantener la característica continuidad de este espacio.
La actividad ha sido organizada por el Instituto de Estudios Sijenenses Miguel Servet y contará con la participación del estudio de arquitectura.
