Torres de Barbués vuelve a celebrar San Pedro en su iglesia: «Es un día de alegría y esperanza»

El templo ha reabierto sus puertas tras ocho años de cierre a consecuencia del derrumbe de su torre.

La bandera ha sido ondeada en la misma puerta de la iglesia.

Torres de Barbués ha vivido este domingo un día muy especial, por celebrar su patrón, San Pedro, y además, hacerlo con la reapertura de su iglesia parroquial, que lleva cerrada al culto ocho años. El edificio sufrió graves daños en 2017, cuando se produjo el derrumbe de su torre, y desde entonces, había permanecido en desuso. El suceso tuvo lugar de madrugada y por fortuna, no causó daños personales, pero dejó al pueblo sin uno de sus principales símbolos.

 

La reapertura ha sido muy celebrada por la población, por los que viven en Torres de Barbués y por los hijos e hijas de la localidad, que han vuelvo a su pueblo, ayudados por la coincidencia en domingo del día grande de las fiestas.

 

La reconstrucción de la torre todavía deberá esperar, pero la consolidación y arreglo de la nave de la iglesia ya es una realidad. En total, han sido invertidos 45.000 euros gracias al convenio firmado por el Obispado de Huesca, la Diputación Provincial y el Gobierno de Aragón. A la reapertura, también ha sumado el esfuerzo y trabajo del Ayuntamiento de Torres de Barbués y de la parroquia.

 

Imagen de la salida de la procesión con la imagen de San Pedro.

 

La jornada festiva ha comenzado con la procesión y el saludo de la bandera. El estandarte, de grandes dimensiones, ha sido ondeado en dos puntos del recorrido, peinando con esmero y maestría a los vecinos y vecinas que han pasado por debajo, incluyendo a aquellos que han portado la imagen de Pedro.

 

Fernando Sanagustín, vecino de Torres de Barbués, ha sido uno de los encargados de ondear la bandera. Una tradición que se recuperó hace varios años gracias al esfuerzo vecinal y que se lleva a cabo con «mucho orgullo», ha dicho. Además, ha manifestado su emoción por la reapertura de la nave de la iglesia, ya que, en su opinión, «es el edificio más importante de nuestro pueblo; es un lugar de devoción, reunión y apego». «La emoción es enorme», ha subrayado.

 

También Eva Oca, vecina de la localidad, ha compartido su felicidad en plena calle, entre vítores al patrón. «Estamos muy contentos, porque hace años que no podíamos celebrar la misa aquí y, sinceramente, pensábamos que nunca llegaría este momento. Pero gracias a San Pedro, estamos todos aquí. Es un día que se vive con mucha ilusión. Aunque somos un pueblo pequeño, estamos muy unidos y hoy eso se nota: estamos en la calle desde por la mañana hasta por la noche. Todo el mundo acabará en el salón social y lo pasaremos fenomenal», ha señalado.

 

Los vecinos han bandeado la campana que pudieron salvar del derrumbe de la torre.

 

La procesión ha sido además acompañada del tañido de la campana, que se salvó del derrumbe de la torre y que varios vecinos colocaron en la plaza, con la ayuda de una estructura de hormigón. Miguel Abadía, ya fallecido, fue uno de ellos. En su recuerdo, su hijo, del mismo nombre, la ha bandeado con «orgullo y emoción». «El derrumbe de la torre de la iglesia fue un mazazo para todos y por ello, es muy importante poder volver a entrar a la iglesia y sentirnos otra vez como un pueblo, ya que es un elemento fundamental de nuestra historia e identidad. Al final, los cascos urbanos se van deteriorando y por lo tanto, volver a recuperar un edificio y en este caso, uno tan importante, es motivo de alegría y esperanza; reconforta», ha dicho.

 

Tras la celebración de la procesión, ha tenido lugar la celebración de la misa baturra en el interior de la recién renovada nave. Y, después, ha habido vermú popular. Por la tarde, estaban previstos los torneos de guiñote y parchís, seguidos de una chocolatada, la entrega de premios y la traca final de fiestas.

 

El programa festivo comenzó el jueves con el animado pasacalles de la charanga Garrampa y el reparto de bocadillos. A lo largo de estos días, también ha habido hinchables, pintacaras, fiesta de la espuma y varias actuaciones musicales.

 

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