Erika, junto a un grupo de chavales durante la elaboración del mural de Perdiguera.
El ciclo artístico comarcal Inspira Monegros, que organiza la Comarca, apuesta por los artistas del territorio, lo que permite «visibilizar y reconocer» su trabajo, tal y como señala una de las protagonistas de esta segunda edición, Erika Tapioles, que se mudó hace poco más de un año a la localidad de Farlete.
Para ella, recién llegada al territorio, es una oportunidad excelente de compartir su pasión, la pintura mural, y además, contribuir a la dinamización del lugar en el que ha elegido vivir. Dentro del ciclo, la artista ya realizó un primer taller en la localidad de Perdiguera, que, según explica, resultó muy participativo. El siguiente tendrá lugar este sábado, a las 11.00 horas, en Huerto. «El arte -dice- es un puente hacia la comunicación y además, una poderosa herramienta para captar la atención de niños y jóvenes y lograr su implicación».
En Perdiguera, ya lo demostró, sumando la participación de un buen número de chavales, que colaboraron en la creación de un nuevo mural que lleva el sello de la artista afincada en Los Monegros y que está ubicado en el parking Antonio Pertusa. Se trata de una obra de inspiración monegrina y realizada con sprays. De hecho, exhibe colores y elementos propios de la misma estepa en la que se despierta cada mañana. La joven, junto a su pareja, reside en una casa en mitad del campo de Farlete.
Allí, según explica, ha encontrado lo que buscaba: tranquilidad, inspiración y contacto directo con la naturaleza. Además de estudiar Bellas Artes, Erika es educadora ambiental y ahora mismo, busca ligar su pasión por el arte y la naturaleza. También comparte con su pareja el proyecto empresarial Hides de Monegros, que se dirige a los amantes de la fotografía de naturaleza y que ha conseguido atraer a un gran número de clientes.
Desde su llegada a Los Monegros, la artista, natural de Zaragoza, asegura sentirse una más, gracias al carácter acogedor de sus vecinos. «Nunca antes había tenido pueblo», señala. Su entorno actual le sirve como fuente de inspiración e, incluso, como taller de trabajo al aire libre. Además de pintar, Erika realiza artesanía con minerales de yeso, con el ánimo de crear objetos que resulten útiles y decorativos.
