Tres de los diez alumnos del taller de empleo de Grañén ya tienen trabajo

Han completado la creación de un nuevo gimnasio municipal, que abrirá sus puertas el próximo mes de septiembre.
El taller de empleo finaliza este misma semana tras más de un año de trabajo y formación.

El taller de empleo finaliza este misma semana tras más de un año de trabajo y formación.

 

Tres de los diez alumnos-trabajadores del taller de empleo Apolo XI, que tiene lugar en la localidad de Grañén, han logrado incorporarse al mercado laboral. Uno ya lo hizo hace dos meses y los otros dos han comenzado a trabajar esta misma semana, gracias al certificado de profesionalidad que avala los conocimientos y habilidades adquiridos durante este periodo de formación.

 

«No hay mayor satisfacción», ha indicado el alcalde del municipio, Carlos Sampériz, a las puertas del cierre del taller de empleo, que ha estado dirigido a la creación de un nuevo gimnasio municipal. La obra ha sido de gran envergadura. De hecho, los alumnos-trabajadores y el equipo docente se enfrentaban al reto de completar la rehabilitación de un edificio inacabado. Solo contaba con parte de la estructura.

 

Los diez alumnos-trabajadores han llevado a cabo labores de impermeabilización, saneamientos, colocación de pladur, preinstalaciones de electricidad y fontanería, alicatados, enfoscados o pavimentación. Se trata de un taller de nivel II y del total, un 60% del alumnado ya participó en el anterior, lo que les ha permitido ampliar sus conocimientos y prepararse a fondo para dar el salto al mundo laboral. Los certificados obtenidos les capacitan para trabajar en diferentes puestos del sector de la construcción, según explica la directora del mismo, Eugenia Peralta.  

 

El equipo docente también ha sumado un monitor, Joaquín Fontán, con amplia experiencia laboral en el sector, que ha sido el encargado de guiar a los alumnos sobre el terreno. En total, el taller ha supuesto una inversión de 400.000 euros, 250.000 aportados por el INAEM y dirigidos al coste del personal y los alumnos, su equipación y una parte del material utilizado. El resto (150.000), que se destina a equipos y materiales, ha corrido a cargo del Ayuntamiento de Grañén.  A priori, el taller, que estaba previsto que tuviese una duración de un año, ya debería haber finalizado, pero sus promotores obtuvieron el visto bueno para prorrogarlo un mes más.

 

Los alumnos incorporados al mundo laboral son la mejor prueba del éxito de esta experiencia. «Los talleres de empleo están entre las mejores inversiones que realizan las instituciones públicas y en concreto, el Gobierno de Aragón, ya que tienen una importante componente social y emocional. Aportan formación y habilidades, una remuneración y finalmente, un propósito diario a aquellos que llevan un tiempo descolgados del mercado laboral. Al final, es una gran opción de mejorar sus vidas, gracias a una dosis fundamental de conocimiento, confianza y autoestima», subraya Sampériz.

 

El gimnasio espera abrir sus puertas el próximo mes de septiembre.

El gimnasio espera abrir sus puertas el próximo mes de septiembre.

 

«La experiencia ha sido muy positiva, ya que he aprendido mucho y me siento preparado para trabajar»

 

Los propios alumnos-trabajadores también lo perciben así. Javier Sancho, vecino de Montesusín, es uno de los dos que esta misma semana se incorpora al mercado laboral. En concreto, trabajará en una empresa de construcción que tiene su sede en Villamayor y que tiene previsto realizar una importante actuación en Grañén. «La experiencia ha sido muy positiva, ya que he aprendido mucho y me siento preparado para trabajar», ha señalado, feliz con la oportunidad recibida.

 

Jordi Morocho, vecino de Huesca, también se incorporará de inmediato a su nuevo puesto de trabajo. Su primer destino será la remodelación de un edificio situado en el entorno del casco histórico de la capital oscense. El joven se muestra «muy agradecido», especialmente con la dedicación del equipo docente y el aprendizaje obtenido. «Nos han enseñado mucho y nos han preparado muy bien», subraya.   

 

El 90% de la obra civil ya está finalizada. Alumnos-trabajadores colocando el suelo radiante.

El 90% de la obra civil ya está finalizada. Alumnos-trabajadores colocando el suelo radiante.

 

De cumplirse lo previsto, y con varias actuaciones menores todavía pendientes, el nuevo gimnasio municipal de la localidad de Grañén espera abrir sus puertas el próximo mes de septiembre. De hecho, solo restará la pintura, la instalación del suelo acolchado o la colocación de la puerta principal. La obra civil está al 90%.

 

El edificio está situado en la avenida Flumen. Hace una década, fue concebido como cine-teatro. La estructura inicial ha sido aprovechada. Así, en la zona del escenario, habrá varias salas polivalentes, a las que se trasladarán las clases de zumba, pilates o yoga. El resto quedará diáfano, con la intención de acondicionar varias zonas diferenciadas en las que se instalarán máquinas de ejercicio y pesas, sacos de boxeo así como un búlder de escalada.

 

El primer edil explica que será un espacio dirigido al conjunto de la población, con un amplio horario de apertura y de uso libre, lo que quiere decir que cualquier vecino podrá acceder a las instalaciones por un precio simbólico. De 6.00 a 16.00 horas, los usuarios entrarán con su propia tarjeta y por la tarde, habrá una persona encargada de abrir y cerrar y velar por el correcto uso de las instalaciones. Se colocarán cámaras de videovigilancia.

 

Los centros educativos así como los equipos deportivos de la localidad (fútbol, gimnasia rítmica o judo) también podrán hacer uso de las instalaciones. «La instalación es para todos, con el ánimo de reunir aquí todas las actividades deportivas que ahora se llevan a cabo en otros espacios y el deseo de fomentar hábitos saludables entre la población, desde los más pequeños hasta los más mayores», señala Sampériz.