Una docena de jugadores participó en el primer torneo organizado por el nuevo club en Sariñena.
Una veintena de aficionados ha promovido el Club Ajedrez de Los Monegros, con el objetivo de disfrutar de este deporte y promover su difusión a través del desarrollo de actividades de carácter formativo y lúdico. A modo de presentación, organizaron un primer torneo a principios de este mes de enero en la sala de la cafetería Rick’s de Sariñena, que contó con la participación de vecinos de la capital monegrina y de localidades cercanas como Villanueva de Sijena, Lanaja o Cartuja de Monegros.
«Hace varios meses un grupo de ajedrecistas que llevamos muchos años jugando vimos la necesidad de que la comarca de Los Monegros tuviese un club de ámbito comarcal y nos pusimos a ello, con espíritu de equipo, con ánimo positivo y vocación de sumar. Nos hemos arcado como objetivos principales la formación, organización y desarrollo de la actividad del ajedrez en la comarca», ha indicado uno de sus promotores, Joaquín Ruíz.
De momento, para reunirse y desarrollar actividades, disponen de la sala de la cafetería Rick´s, donde suelen reunirse cada domingo. Allí organizaron su primer torneo, que sumó la participación de doce ajedrecistas y que se jugó a seis rondas, por el método suizo. Pablo Galindo, de Villanueva de Sijena, fue el ganador; Pablo Huerva, de Cartuja de Monegros, acabó en segundo lugar y Óscar Boned, de Lanaja, finalizó tercero.
A lo largo de los próximos meses, el Club Ajedrez de Los Monegros tiene previsto ir incrementado sus actividades. Así, y aprovechando la experiencia de sus socios, están dispuestos a desarrollar talleres y torneos, así como a acudir a cualquier localidad de Los Monegros y a enseñar ajedrez tanto a niños y niñas como a jóvenes y adultos, agrupados por niveles, desde la iniciación hasta la competición.
Desde el colectivo, recuerdan que el ajedrez aporta numerosos beneficios a los más pequeños, entre ellos, «les ayuda a mejorar su atención y capacidad de concentración, a estructurar el pensamiento, así como a establecer relaciones sociales, a comunicarse o a superar el fracaso», concluye Ruíz.
