Los participantes muestran orgullosos sus dorsales.
La vuelta de la Orbea Monegros ha llenado de vida Sariñena. Hay gente que va y viene en sus calles, los establecimientos están llenos y las carreteras de acceso copadas por vehículos con bicicletas amarradas. Allí se concentran buena parte de los 8.000 bikers inscritos, con el fin de recoger su dorsal y comenzar a vivir la experiencia.
De momento, la prueba se celebrará sobre lo previsto, con o sin lluvia. Los circuitos mantendrán su diseño inicial, salvo cambio de última hora, según confirma su director, Juan Carlos Nájera. De momento, la opción de activar el plan B está descartada. «La lluvia nos ha acompañado ya en otras ediciones. No es la mejor compañía, pero tendremos que afrontar las dificultades que puedan aparecer e intentar que la gente disfrute al máximo», indica. El circuito será más duro, pero sin riesgos, ya que discurre por caminos y pistas de tierra y evita al máximo el asfalto. La mayor complicación puede estar en el barro. «Si las previsiones se cumplen habrá tramos en los que puede resultar difícil mantenerse encima de la bicicleta», reconoce Nájera.
Así, sin la previsión de optar por un circuito alternativo, se mantendrán los dos previsto, es decir, la maratón, de 117,7 kilómetros, y la media maratón, de 81,7. De los 8.000 inscritos, 6.000 participarán en la primera y el resto (2.000), en la segunda. La maratón arrancará este sábado a las 12.00 y la media maratón a las 13.30. La prueba carece de carácter competitivo. Ni hay clasificaciones ni premios por categorías.
Con o sin lluvia, la mayoría viene con un mismo objetivo: disfrutar de la bicicleta y de la experiencia. «No hay ninguna con este ambiente; es impresionante», sostienen Santi Erauso y Jon Cereceda. Y saben de lo que hablan. Son de los más veteranos. «Hemos venido edición tras edición con toda la familia; nos encanta», subrayan, tras un viaje de más de tres horas desde Irún. Además de valorar el ambiente, los participantes también ponen el acento en la buena organización y la belleza del paisaje.
El mural creado por el consistorio es uno de los lugares más fotografiados.
Durante las horas previas a la prueba, lo más habitual es ver a participantes y acompañantes tomándose fotos en casi cualquier rincón. Dentro de los preferidos, figuran el tablón con el listado de inscritos, la línea de salida o el escenario con el slogan ‘Acude a la llamada del desierto’. A ellos, se suma este año el mural creado con motivo de este 20 aniversario. En este último caso, la foto puede tener premio a través del concurso experienciaorbeamonegros.com. Impulsado por el Ayuntamiento de Sariñena, y con la colaboración de varios artistas, incluye paisajes o enclaves relacionados con los sietes municipios por los que discurre el circuito: Albalatillo, Sena, Villanueva de Sijena, Castejón de Monegros, Valfarta, Peñalba y Sariñena.
Dentro del pelotón, este año habrá 800 mujeres como Mercè Rabassa, de Barcelona, y Cristina Borrás, de Tarragona. Para ambas, será su primera experiencia. «Nuestro único objetivo es acabar sonriendo», dicen. «Hemos entrenado menos de lo previsto y no queremos sufrir; solo disfrutar de este gran ambiente», señalan. Al igual que estas dos bikers, la mayoría viene en grupo, con el ánimo de vivir la experiencia con familiares o amigos.
La prueba, una de las más potentes en su categoría a nivel europeo, está organizada por Orbea, Ayuntamiento de Sariñena y Comarca de Los Monegros, con la colaboración de los ayuntamientos monegrinos. Por el gran volumen de inscritos, supone un importante revulsivo económico para la zona así como un gran instrumento de promoción.
