NATI BALLARÍN

«Mis mayores logros son los de mis alumnos»

La pianista en una de sus últimas actuaciones en Sariñena.

La pianista en una de sus últimas actuaciones en Sariñena.

 

Tras 20 años viviendo en Jávea (Alicante), la pianista, natural de Sariñena, regresó a su tierra en 2019. Allí, abrió su propia academia y ha dado continuidad a la organización de varios festivales internacionales. También ha creado un nuevo proyecto que utiliza la música en directo para atraer la serenidad que a veces nos falta y explorar más nuestro mundo interior. Pianista prestigiosa y muy reconocida, señala que sus mayores logros son los de sus propios alumnos, es decir, cuando ganan un premio o cuando sus antiguas alumnas apuntan a clases a sus hijos.

 

La música es su vocación, ¿qué factores influyeron para que se iniciase en este mundo?

No sé por qué razón; crecí con esa sensibilidad. Mi madre y mi abuela me contaban que con tan solo tres años decía que los Reyes Magos me iban a traer un piano. Me trajeron uno de juguete y me pasaba largas horas tocando. De más mayor me apunté a clases con dos amigas, pero ellas lo dejaron y yo seguí.

 

¿Cree acertada la frase de Platón, ‘la música es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo’?

Sí, desde que el mundo es mundo se ha necesitado la música para vivir, su importancia reside en el desarrollo y el bienestar del ser humano, tanto a nivel físico como espiritual. Platón pensaba que la música debía fomentar la disciplina personal, promover el ímpetu, el ánimo y el coraje, acostumbrando a la armonía. Bajo mi punto de vista, la música tiene beneficios terapéuticos, elevando el nivel de creatividad, inspiración, paz y tranquilidad.

 

Tras 20 años viviendo en Alicante, ha vuelto a su tierra. ¿Por qué?

Por razones familiares decidí estar más cerca de mis padres, así que tomé la decisión con mi familia de trasladarnos aquí. Pedí una excedencia en el conservatorio y nos mudamos.

 

En el último congreso sobre despoblación y reto demográfico se cambió el término ‘España vaciada’ por ‘La España de las oportunidades’ para referirse al medio rural, ¿cree acertado este cambio?

Yo soy muy fan de Los Monegros, siendo realistas, el mundo rural necesita gente y esa gente oportunidades. Tenemos que conseguir atraer más turismo y vender bien nuestra tierra, que es muy rica en gastronomía, arquitectura, paisaje… Los Monegros tiene mucho potencial.

 

A nivel personal, ¿ha sido bueno el cambio del medio urbano al medio rural?

En calidad de vida hemos ganado mucho. Profesionalmente, venía de Jávea habiendo realizado durante siete años el Festival de Música en el Riurau, un edificio precioso, así como siete ediciones del Concurso Internacional Vila de Xàbia con el patrocinio y apoyo del área de Cultura y Turismo del Ayuntamiento de Jávea. Dejar todo eso, Conservatorio, conciertos… fue duro. Como te decía he ganado mucho en calidad de vida, simplemente me he readaptado. Estoy feliz de vivir en mi pueblo, pero profesionalmente es diferente.

 

¿Encontró alguna dificultad a la hora de emprender en el medio rural?

El principal desafío para mí fue internet de alta velocidad (ahora algo mejor), trabajo mucho con otros países de forma telemática, por otro, aunque desde Sariñena tenemos unas líneas de comunicación fantásticas, el estado de las carreteras te hace plantear emprender otras actividades.

 

¿Influye en ti el público que vaya a escucharte?

Para mí es más sencillo psicológicamente tocar, por ejemplo, en Filipinas, que tocar en casa, será por el hecho de querer ofrecer lo mejor a tu gente, quizá la presión que uno mismo se crea. Mi pensamiento es que nunca sabes quién va a estar en tu escuchándote, siempre hay que dar lo mejor de uno mismo. Como anécdota, puedo contar que he tocado varias veces con Javier Cámara entre el público y, en uno de los conciertos privados de la gira en Filipinas, no se podía tener el móvil ni grabar, imaginamos que la gente que allí hubo era gente de alto nivel o altos cargos.

 

¿Solo interpreta o también compone?

Compongo e interpreto. Estudié un par de años la carrera de composición, pero aprobé la oposición y fue incompatible terminar. Para un músico es muy importante entender por qué el compositor ha puesto las notas en cada sitio en el momento en el que las puso y qué le llevó a ello. Suelo interpretar dos piezas que compuse hace un tiempo, me gusta sentarme al piano e improvisar cuando tengo un día de esos raros que tenemos todos, pero soy vaga a la hora de trascribirla en el Finale.

 

El último festival que realizó reunió a casi 20 participantes chinos. ¿De dónde nace su relación con esta comunidad?

Mi relación con la comunidad china viene de mi amistad con el pianista Ernest So. Nos conocemos desde hace unos nueve años, hemos sido compañeros de jurado en concursos, masterclass…. Se nos ocurrió organizar un viaje donde el alumnado chino pudiese aprovechar el festival World Music Connection para visitar lugares y recibir clases magistrales conmigo.  Nuestro trabajo es un trabajo en equipo, él se encarga de explicarles a las escuelas pianísticas Chinas lo que se va a hacer y yo me encargo de la organización y la logística; posteriormente, trabajamos en las clases, que aunque íntegramente son en inglés, siempre es necesaria alguna traducción al chino.

 

¿Se va a realizar más veces?

Del 24 al 28 de enero tendrá lugar la segunda edición y, si Dios quiere, en agosto será la tercera y la cuarta. Si todo va bien, este año tendremos tres ediciones de festival.

 

Sinfonía de Serenidad es uno de sus últimos proyectos, ¿cuál es su objetivo?

La idea surge de la pandemia, yo no había tenido ansiedad nunca pero fue llegar el Covid-19 y surgirme. No tener el piano cerca me provocaba sentimientos muy negativos, así que tuvo que ir mi marido a buscarlo a la escuela y traerlo a casa. He trabajado y trabajo en la meditación, me llama mucho la atención la cultura asiática y, sobretodo, me causa mucho respeto la educación que tienen respecto a la vida interior de cada uno. Hablando con Mari Carmen Pacheco, que utiliza sonidos y cuencos tibetanos en sus sesiones, surgió la idea. Es un espacio para estar consigo mismo e hidrogenar la mente, para tener esa serenidad que a veces nos falta. Necesitamos sentir. Creo que necesitamos un poco más de empatía, pensaba que después de la pandemia saldríamos mejores pero no es así.

 

En este concierto vimos la involucración total de su marido y su hija, formando parte del proyecto. ¿Cómo lo consigue?

El Concurso Internacional de Jávea nació el año que nació Anna, y ya desde el principio los dos han estado ahí, además de mis padres. Siempre me apoyan y aportan ideas, y con Anna tengo un apoyo genial. Con doce años ya ha viajado a diferentes países de Europa y también me la llevé a México. Son mi motor y me apoyan mucho.

 

Hemos visto que su carrera se ha ido desarrollando a pasos agigantados. ¿Cuál ha sido su mayor logro?

Mi mayor logro sin duda es mi hija. A nivel musical podría decir que mis logros son los de mis alumnos, el que les concedan premios, que me contacten antiguas alumnas para dar clases a sus hijos,… eso me llena. También recuerdo un concierto que di en Cullera. Al terminar, una señora ya muy mayor me dijo con lágrimas en los ojos: «que Dios y la Virgen te conserven esas manos». Y eso se me quedó grabado. Me gusta que la gente venga a escucharme y se vaya un poco mejor de lo que ha venido.

 

¿Hasta dónde llega su meta a nivel profesional? ¿Le queda algún sueño por cumplir?

Mi sueño es seguir viajando, realizando conciertos y, a poder ser, acompañada por mi familia.  Sueños siempre quedan por cumplir, poco a poco, pero no te negaré que me gustaría adentrarme más en las culturas china, japonesa o coreana.

 

¿Tiene conciertos cercanos en la agenda?

Estamos valorando realizar otro concierto de sinfonía de serenidad. El 24 de enero actúo en el concierto de apertura del World Music Conexión, en el Salón de actos de la Diputación de Huesca. En agosto mi querida Emilia Szlapa, violinista polaca de gran prestigio, regresará a España, vamos a retomar el dúo Ballarín-Szlapa. Va a ser un año movido, si todo va bien hay previstos algunos viajes a Polonia, Macedonia o China y, además, estoy trabajando en varios proyectos que espero vean pronto la luz.

 

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AGENDA

23 de abril

San Jorge. La celebración se extenderá por gran parte de Los Monegros, con actividades culturales y de ocio, entre ellas, numerosas comidas populares. 

 

21 de abril

Actividades medioambientales en Sariñena. Habrá una charla sobre la generación de residuos y su impacto en el medio rural (11.00 horas) y un taller sobre reutilización textil (17.00 horas) en el Museo de la Laguna.

 

19 y 20 de abril

Fiestas de Santa Engracia en Huerto. La programación incluye la tradicional romería a la ermita de Santo Domingo y la despedida con jotas a los vecinos de Alberuela y Usón.

 

27 de abril

XXII Edición de Orbea Monegros. La prueba referente de mountain bike tendrá lugar el 27 de abril en Sariñena.