Cuarentena en la residencia de Sariñena

Han fallecidos dos usuarios y todos los tests practicados han sido positivos.

El Centro queda cerrado
El Centro queda cerrado

El Ayuntamiento de Sariñena ha decidido poner en cuarentena la residencia municipal, con 61 plazas, “una medida urgente y extrema” en palabras del consistorio, tras el fallecimiento de dos de sus usuarios y de que todos las pruebas practicadas hayan dado positivo en Covid-19 lo que convierte a todo el centro en “positivo” para las autoridades sanitarias.

Los primeros cuatro casos positivos se dieron el pasado fin de semana. Entonces, los afectados fueron trasladados al hospital San Jorge de Huesca y se tomaron diferentes medidas preventivas en las instalaciones, además del refuerzo de personal. El martes, la Unidad Militar del Ejército desinfectó las instalaciones y sus alrededores y, por otro lado, se realizaron diez tests a otros internos con síntomas compatibles con coronavirus. Los resultados se han conocido este miércoles y todos han sido positivos, lo que ha derivado en el cierre total del centro.

Una de las fallecidas es una de las que dio positivo en los test y la otra, también mujer, murió este pasado martes en su domicilio en una pedanía de Sariñena, al que se trasladó antes de la declaración del estado de alarma. En este caso, la mujer tenía lazos familiares con la centenaria de Biescas que también resultó afectada y que sigue hospitalizada.

De los contagiados, un total de nueve han sido derivados a la residencia La Abubilla de Yéqueda, donde ya estaban internados otros dos usuarios del centro asistencial de Sariñena, según indican fuentes municipales.

Para atender a los usuarios que quedan en su interior, unos cuarenta, quedará la mitad de la plantilla, 20 trabajadoras, que se repartirán tareas y turnos durante quince días. Pasada la primera quincena, entrará un nuevo grupo a relevarlas. Precisamente, tras el conocimiento de la noticia, decenas de vecinos de Sariñena han salido a sus ventanas y balcones a las 20.00 horas, rindiendo un emotivo aplauso a las trabajadoras de la residencia en unos días tan difíciles para ellas.