Fotografí­as antiguas para compartir en cuarentena

La cuarentena anima a los vecinos a buscar en sus antiguos álbumes familiares imágenes para compartir.

Romerí­a de San Isidro en Sariñena
Romerí­a de San Isidro en Sariñena

Nacidas con el objetivo de amenizar la cuarentena y pasar algún rato compartiendo recuerdos, en las últimas semanas han proliferado las páginas y grupos de diferentes pueblos monegrinos en Facebook en los que sus vecinos comparten fotografías antiguas de sus álbumes familiares, para disfrute de todos. Así, personas desaparecidas, recuerdos de juventud y antiguas vistas de las localidades afloran de nuevo, llenándose de comentarios curiosos y nostálgicos.

Un buen ejemplo es el grupo Fotos Sariñena: antiguas, actuales y curiosidades, impulsado por Joaquín Ruiz, y que roza el millar de miembros: vecinos de la localidad, e hijos de la misma que viven fuera, aportan sus propias imágenes, con descripciones detalladas, llegándose a remontar un siglo atrás: oficios perdidos, edificios desaparecidos, vecinos que ya no están y muchos recuerdos de juventud, fiestas y celebraciones familiares son subidos cada día al grupo, llenándose de comentarios de otros vecinos que, con sus recuerdos, completa la historia de la escena, o los nombres de sus protagonistas.

Similar es el caso del grupo Fotos Antiguas Sena, con cerca de un centenar de miembros y que, desde su creación el 30 de marzo, ha reunido más de 180 imágenes, algunas, destacadas fotografías de su patrimonio monumental. También en Villanueva de Sijena sus vecinos comparten imágenes en un grupo, con más de 90 miembros activos, de su pasado.

En otros casos, son vecinos a modo particular quienes comparten en sus propios perfiles fotografías antiguas, dando lugar a debate. Es el caso de Alcubierre, donde algunos vecinos han publicado vistas inéditas de la localidad y del trabajo en el campo, o Perdiguera, con una magnífica serie de fotografías de los cursos escolares, remontándose a la década de los años 30 del pasado siglo.

Las redes sociales, convertidas en un refugio para sobrellevar la cuarentena son, además, la herramienta para difundir un valioso patrimonio fotográfico oculto en la intimidad de los hogares monegrinos.