Hermanos Alastrué abre un nuevo tanatorio en Huesca

La empresa inició su andadura hace cuatro años en Grañén.

Las instalaciones están en la calle Ingeniero Pano.
Las instalaciones están en la calle Ingeniero Pano.

Hace cuatro años, los hermanos Pablo y Rafael Alastrué abrieron su primera funeraria y tanatorio en la localidad de Grañén, con el objetivo de ofrecer un servicio del que se carecía en esta zona de Los Monegros. Tras la experiencia acumulada, y con la misma ilusión, estos dos emprendedores han dado un paso más y han abierto unas segundas instalaciones en la ciudad de Huesca.

«A la hora de tomar la decisión final, han vuelto a pesar dos factores: las ganas de dar respuesta a las necesidades de nuestros clientes y la certeza de que podemos ofrecer un servicio basado en la calidad y la cercanía», señala Rafael Alastrué. De hecho, muchas de las familias que a lo largo de los últimos años han confiado en su trabajo echaban de menos poder recurrir a ellos en la capital oscense, donde hay mercado para nuevos negocios.

Ambos emprendedores realizaron un estudio de viabilidad, en el que se apoya la ubicación elegida (calle Ingeniero Pano, 16) y las características de sus instalaciones, en las que vuelven a apostar por la calidez y la comodidad. En total, han acondicionado 1.400 metros cuadrados, donde cuentan con amplias salas de velatorio y un espacio versátil, que puede utilizarse como salas de despedidas o capilla, adaptándose a las creencias y sensibilidades de cada familia. También disponen de hall con máquinas expendedoras así como zonas de exposición de féretros, flores o lápidas.

Los hermanos Alastrué vuelven a ofrecer un servicio integral, en el que se incluye la recogida, preparación, funeral o trámites, con el fin de acompañar a las familias en cada paso y favorecer su duelo. «Nosotros nos ocupamos del proceso completo, incluidos los diferentes trámites, y de este modo, las familias pueden centrarse en lo importante: despedirse de su ser querido», indica Rafael Alastrué. «Para nosotros, lo fundamental es el trato humano y la atención personalizada, ajustándonos a las necesidades de cada cliente. Somos muy conscientes de que nuestra labor también es la de asesorar y acompañar», añade.

Precisamente, pensando en la tranquilidad de sus clientes, ofrecen la posibilidad de que aquel que lo desee organice en vida su despedida, dejando todo dispuesto y costeado, después de comprobar que son muchas las personas mayores que carecen de un seguro y tienen dificultades para acceder al mismo. También ofrecen facilidades para el pago y productos adaptados a todas las posibilidades.

En Grañén, la respuesta de la población de toda su zona de influencia ha sido «muy buena», reconoce Alastrué, gracias a esta filosofía de trabajo, basada en la profesionalidad, la cercanía y la entrega. También han imperado estos mismos valores durante los últimos meses, en los que la pandemia de coronavirus ha obligado a cambiar el formato de velatorios y funerales. «Han sido jornadas muy duras y dolorosas, con una gran carga emocional que nunca vamos a olvidar», concluye.