El medio rural gana en atractivo por la pandemia

Varias familias han decidido trasladarse a Los Monegros.

Varias de las familias recién llegadas a Alberuela-Sodeto.
Varias de las familias recién llegadas a Alberuela-Sodeto.

La amplitud de las viviendas, los espacios abiertos, el contacto con la naturaleza, una mayor sensación de seguridad… son algunos de los principales motivos que han hecho que varias familias cambien la ciudad por el medio rural a raíz de la actual crisis sanitaria generada por la pandemia de coronavirus. En Los Monegros, han sido varias las poblaciones beneficiadas, que por fin han visto crecer su padrón.

El municipio de Alberuela de Tubo-Sodeto es un buen ejemplo. A lo largo de los últimos meses, allí han dado la bienvenida a un total de 19 nuevos vecinos, 8 en Alberuela de Tubo y 11 en Sodeto. Tal y como reconocía su alcalde, José Manuel Penella, su llegada ha sido «una grata sorpresa».

La mayoría de los nuevos pobladores llegados a este municipio pasó el obligado confinamiento en pequeños pisos. Y no quieren repetir experiencia. Paqui García y su marido, Alejandro Benedí, natural de Zaragoza, lo hicieron junto a sus dos hijas, Adara y Cloe, de 7 y 5 años, en un apartamento de Yéqueda, muy cerca de Huesca, donde ambos tienen su puesto de trabajo. Ahora, asentados ya en Alberuela de Tubo, el desplazamiento es mayor, pero, según detallan, «merece la pena». «El confinamiento nos sentó fatal. Se nos hizo muy duro y solitario. Aquí nos sentimos más arropados y además, las niñas son muy felices, saliendo y entrando con total libertad», subraya su madre, cuyos orígenes familiares están en Alberuela de Tubo. Allí residen sus padres, que han cedido otra vivienda sin coste alguno a otro matrimonio de recién llegados, y muy cerca, su hermana, lo que nos permite «tener un contacto diario», señala García. Al matrimonio, la idea de vivir en este municipio ya les rondaba la cabeza desde hace tiempo. Y el confinamiento les dio el último empujón. Su decisión es definitiva. De hecho, están ultimando la venta de su piso en Yéqueda.

A ellos, se unen además otras familias y jóvenes parejas, como la formada por Patricia Da Silva y su pareja, Jonathan, con dos niños, Yasir, de 9 años, y Tomás, de 6, que son los nuevos adjudicatarios del bar social de Sodeto. De su buena mano en la cocina, dan fe Laura Sipán y su pareja, Renzo, que también están entre los recién llegados a localidad, donde, entre otras cuestiones, aseguran haber encontrado el espacio que necesitaban para crecer y crear así como una gran red de apoyo vecinal.

También han llegado a Los Monegros para quedarse Laura Moreu y su marido, Carlos, junto a sus dos hijos, Pablo, de 5 años, y Gabriel, de 3. En este caso, han optado por instalarse en la localidad natal de la primera, Robres, donde habían pasado ya parte del confinamiento. Para ello, se sirvieron de la casa de los abuelos de ella. En ese momento, Carlos trabajaba como auxiliar de enfermería en una residencia de personas mayores, lo que, unido al hecho de que ambos niños sufren patologías renales, llevó a la pareja a tomar la decisión de poner kilómetros de por medio. Todo con un objetivo: proteger a los dos menores. «La situación en algunos centros comenzaba a ser complicada y cada vez aparecían más positivos», explica Laura. «Aquí nos sentíamos más seguros», añade. «Antes y ahora», puntualiza. Y es que considera que no es lo mismo asistir a una clase con 12 niños que compartir aula con 23 en Zaragoza. También evitan el uso de transporte público o la concurrencia de gente en comercios, calles o parques.

La vuelta a su localidad natal avivó en esta monegrina muchos de sus recuerdos, especialmente los relacionados con la infancia y le hizo querer todavía con más fuerza que sus hijos disfrutarán de una experiencia similar, es decir, de tardes en bicicleta, juegos en la calle o noches a la fresca. «Para un niño, el pueblo es sinónimo de libertad», dice. «Siempre habíamos tenido la idea de vivir en una pequeña localidad y la pandemia nos dio el último empujón», señala.

Ahora, el reto de las poblaciones que han recibido con alegría la llegada de nuevas familias es conseguir su asentamiento y para ello, tienen claro en qué aspectos deben mejorar. La actual crisis sanitaria ha avivado el teletrabajo y para ello, necesitan ofrecer una buena conexión vía internet. También disponer de viviendas atractivas y además, mantener la calidad de sus servicios.