Sariñena crea una segunda residencia en el centro joven

Se ofrecerá a los internos que regresen con el alta médica.

Los trabajos se desarrollan a contrarreloj este sábado.
Los trabajos se desarrollan a contrarreloj este sábado.

Bomberos voluntarios, miembros de Protección Civil, personal municipal, operarios,… trabajan a contra reloj a lo largo de este sábado para acondicionar el centro joven de la localidad de Sariñena, donde van a ofrecer alojamiento a aquellos internos de su residencia que tuvieron que ser trasladados por Covid-19 y que van a ir recibiendo el alta durante los próximos días. Las instalaciones dan servicio a aquellas familias que por diferentes motivos no pueden hacerse cargo del interno. A priori, este lunes llegará el primero.

Así lo ha explicado el alcalde del municipio, Juan Escalzo, que, junto al resto de implicados, ha sido el primero en remangarse para convertir el espacio en un lugar confortable, en el que «puedan estar bien atendidos y acabar de recuperarse». Todos regresarán con el test negativo en coronavirus, tal y como ya lo hizo la primera residente en recibir el alta médica, Benita Buisac, que optó por acabar de recuperarse junto a sus hijas.

El centro joven dispondrá de un total de diez camas y además, contará con personal propio, trabajadoras que entrarán y saldrán por turnos. A priori, el espacio será suficiente para cubrir la demanda prevista, ya que ahora mismo hay un total de ocho internos desplazados por covid-19, siete en la residencia de La Abubilla de Yéqueda y uno en el hospital San Jorge de Huesca.

Durante esta jornada, se están instalando aparatos de aire, con el fin de que el espacio cuente con calefacción y equipando las diferentes estancias. Hay tres dormitorios, con camas individualizadas, aseos adaptados así como varios espacios de descanso, donde está previsto acondicionar una sala de televisión y otra de comedor. También han habilitado un espacio exterior y una zona de descanso para las trabajadoras.

La comida será servida por la cocina de la residencia municipal, donde siguen confinadas 17 trabajadoras junto a alrededor de medio centenar de internos. La decisión de cierre fue adoptada el pasado 25 de marzo, después de que se detectara un importante brote de coronavirus, que ha costado ya la vida a un total de siete internos.

Otros alojamientos

Para futuras necesidades, el centro joven cuenta además con una habitación equipada con varias literas, que, de momento, se mantiene sin cambios, ya que podría llegar a ser útil para alojar a miembros de los cuerpos de seguridad y emergencias que requieran contar con un centro logístico en Sariñena.

Además de ello, el consistorio también tiene ya preparadas cuatro viviendas, dos de titularidad municipal y dos cedidas por particulares, que también pueden servir para esta misma función o de ser necesario, para alojar a personal municipal o vecinos en cuarentena que carezcan de espacio suficiente en sus hogares.