Palmeras y cocoteros para reforestar el sur de Monegros

Monegros Life in Green es el nuevo proyecto europeo que se va a poner en marcha en 2021.

Imagen del resort que se instalará en Bujaraloz.
Imagen del resort que se instalará en Bujaraloz.

Monegros Life in Green es el nuevo proyecto europeo que se va a poner en marcha en 2021 con el objetivo de reforestar las zonas más áridas de Los Monegros. Un proyecto que se enmarca dentro de la Agenda 21 europea, y que tiene como objetivo trabajar en pro del desarrollo sostenible y la lucha contra el cambio climático. Cuenta con una inversión de 5,6 millones de euros. Un equipo multidisciplinar internacional, con miembros de universidades e instituciones como el MIT (Massachusetts Institute of Technology), la École Polytechnique Fédérale de Lausanne o el Korea Advanced Institute of Science & Technology (KAIST) ha diseñado el plan de trabajo, que se desarrollará en varias etapas entre los años 2021 a 2030.

El proyecto ha pasado ya su primera fase, con un estudio geológico y edafológico de suelos, cartografía de las parcelas e imágenes satelitales, para evaluar las zonas. Los responsables del proyecto se mostraban contentos tras su elección y explicaban el proceso: «no queremos hacer repoblaciones tradicionales, como las de los años 60 y 70 del pasado siglo, con plantaciones masivas de variedades exógenas en grandes superficies, en las que primaba el posible beneficio económico de la explotación maderera, sino ayudar a la naturaleza a recuperarse con pequeños bosquetes de especies adaptadas al suelo y al clima, creando núcleos de biodiversidad».

Así, la primera zona de trabajo será Bujaraloz, cuyas saladas serán reforestadas con palmeras y cocoteros «para crear zonas de sombra y esparcimiento». Estos árboles han demostrado su capacidad de aguante y supervivencia en oasis de Túnez o Arabia, por lo que se espera que se adapten perfectamente al suelo bujaralocino. También están previstas las obras para instalar varios quioscos y chiringuitos de venta de bebidas y música estilo chill-out, así como la habilitación de parte de las saladas como piscinas de baño, para ayudar al desarrollo socioeconómico del territorio. «Será como bañarse en el mar Muerto, pero con el ambiente de Ibiza» señalaban.

En sucesivas fases el proyecto se ampliará a otras zonas, como el barranco de la Escarihuela, de Torralba de Aragón, donde se pretenden plantar decenas de miles de ejemplares de especies similares, como acacias, datileras, espinillos o saguaros. Además, los cursos de agua creados artificialmente ya en la zona, como acequias de riego y canales de transporte de agua, serán aprovechados y reacondicionados para crear zonas de rápidos, fomentando la ceración de escuelas de descenso en kayak y piragua, deportes que aún no gozan de gran tradición en la zona, pero de los que, en un futuro, se espera salgan grandes figuras de las poblaciones cercanas.