
La actividad ha sido presentada este jueves en Sariñena.
El Curso de Entomología Sanitaria y Control de Vectores de la Universidad de Zaragoza regresa a la localidad monegrina de Grañén. Tendrá lugar del 14 al 18 de julio, con alumnado de 13 provincias españolas, que agotaron las 20 plazas disponibles en tan solo tres minutos, lo que evidencia el éxito e interés que suscita. Y eso que lleva celebrándose ya 23 ediciones.
A nivel nacional ha logrado consolidarse como todo un referente y además, suele atraer a personas llegadas del extranjero, por la calidad del equipo docente, el creciente interés de la temática tratada y la posibilidad de realizar clases prácticas. Dentro de los matriculados, hay perfiles muy cualificados como biólogos, médicos, veterinarios o técnicos de control de plagas.
La actividad ha sido presentada este jueves en la sede de la Comarca de Los Monegros, con la presencia del presidente comarcal, Pedro Loscertales; el alcalde de Grañén, Carlos Sampériz; el director del curso, Javier Lucientes; y la co-directora y bióloga Sarah Delacour.
El curso, pionero entre los programas extraordinarios de verano de la Universidad de Zaragoza y el primero en celebrarse fuera de Jaca, está organizado por la Universidad en colaboración con la Comarca de Los Monegros y el Ayuntamiento de Grañén, y se centra en los insectos vectores de enfermedades, un tema de creciente relevancia, especialmente debido al cambio climático y su impacto en la salud pública.
Durante el desarrollo del curso, se abordarán casos de plena actualidad como la enfermedad del Nilo Occidental, la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, las garrapatas o la mosca negra. El objetivo es dar respuesta a las nuevas demandas sociales en la lucha contra enfermedades emergentes y mejorar la calidad de vida en zonas agrícolas y turísticas.
Durante su intervención, Pedro Loscertales ha agradecido y destacado de forma especial el trabajo de Javier Lucientes, «el alma de esta iniciativa», así como la implicación del Ayuntamiento de Grañén, al tiempo que ha puesto en valor el trabajo del equipo comarcal, en particular del informático, Raúl Rivarés, y de Ángela Martínez, de Monegros Servicios Medioambientales.
Precisamente, como ha destacado Javier Lucientes, «el hecho de realizar prácticas de campo, de la mano de la empresa pública comarcal Monegros Servicios Medioambientales, es elemento diferenciador y una de las claves principales del éxito».
Para el alcalde de Grañén, Carlos Sampériz, «este curso tiene algo más, y su verdadero valor diferencial son las personas que lo hacen posible». En este sentido, ha destacado de nuevo la implicación de Javier Lucientes, Raúl Rivarés y Ángela Martínez, a quienes ha sumado el nombre de la bióloga Sarah Delacour, co-directora del curso y parte del profesorado. Un equipo que, junto a más de 15 expertos nacionales e internacionales, consolida el prestigio y la proyección de esta iniciativa académica.
Durante la presentación, han explicado que se está trabajando en poder ampliar las plazas de cara a futuras ediciones. Y es que la temática cobra cada año mayor actualidad. Según ha explicado Lucientes, en esta edición «estamos consolidando temas de actualidad relacionados con los vectores importados, cada vez de más interés por la capacidad de transmitir enfermedades; estamos ampliando conocimientos de algunos vectores como la enfermedad del Oeste del Nilo o de Crimea-Congo y estamos ampliando y mejorando las clases relacionadas con el conocimiento y el control de las garrapatas que estos años, debido al cambio climático, tienen un impacto creciente. Además, seguimos con la mosca negra y, en definitiva, estamos mejorando todo lo que podemos los conocimientos sobre todas estas especies que cada día están más de actualidad».
En este sentido, como ha comentado Sarah Delacour, en cada edición se hace hincapié en nuevas problemáticas, patógenos y en nuevas metodologías de muestreo y de control. La globalización y el cambio climático hacen que «las enfermedades que se consideraban tropicales ya no están alejadas y hay que estar alerta sin alarmar», ha concluido.