Imagen de uno de los tramos en los que ha sido corregida la señalización horizontal.
Durante el último mes, y hasta la pasada semana, la carretera A-1214 entre Grañén y Robres incluía una línea continua de alrededor de 6 kilómetros, que ha sido modificada ante las quejas de los usuarios, ya que ralentizaba la marcha y generaba grandes colas al coincidir con vehículos lentos como tractores o cosechadoras.
La línea continua fue pintada al finalizar las obras de mejora del tramo entre la localidad de Grañén y el cruce hacia Frula y Montesusín, ocupando gran parte del recorrido y extendiéndose en zonas con buena visibilidad, lo que sorprendió a los usuarios de la vía y provocó sus protestas. En concreto, solo permitía los adelantamientos en un 13% del trayecto y ahora, tras la rectificación aplicada, en un 44%, según explica el alcalde del municipio de Frula, Joaquín Monesma, que recogió las quejas vecinales y las elevó al subdirector provincial de Carreteras del Gobierno de Aragón, Servando González García. Tras visitar la zona, comprobó que efectivamente había margen de mejor y resolvió eliminar parte de la nueva señalización.
«No tenía lógica. La línea continua se extendía mucho más allá de lo necesario, limitando al máximo los adelantamientos y dificultando la circulación. De hecho, una de las cuestiones en las que insistimos fue en que se trata de una zona agrícola y ganadera y por lo tanto, con una alta presencia de tractores, camiones o cosechadoras», explica Monesma. Aunque la administración necesita su tiempo y ha sido necesario elaborar un nuevo proyecto, el edil se muestra satisfecho con la resolución de la demanda. «Al final, hemos tenido que esperar algo más de un mes, pero la línea ya ha sido despintada», subraya.
El problema llegó además tras un año entero de obras y en consecuencia, de cortes, desvíos y molestias para los usuarios habituales de este tramo carretero, que ha sido acondicionado y después, reasfaltado. La primera fase, que arrancó en noviembre de 2022, supuso una inversión de 260.000 euros y la segunda alcanzó los 750.000. Antes del propio refuerzo del firme, se llevó a cabo la mejora de cunetas y obras de fábricas, mejorando la anchura de la vía y por lo tanto, la seguridad. A finales del próximo mes de enero, está previsto que comiencen las obras del siguiente tramo, es decir, entre el cruce hacia Montesusín y Frula y el acceso a la localidad de Robres. Las actuaciones cumplen con una larga demanda vecinal, por la estrechez de la vía y el mal estado del firme.
