Los grandes centros de producción agrícola paran su actividad y se unen a las movilizaciones

La Cooperativa de Los Monegros, el Secadero de Grañén, Forrajes Lacasa o Agrícola San Julián han escenificado su apoyo al sector.
Las columnas de tractores monegrinos ya han accedido a la ciudad de Huesca.

Las columnas de tractores monegrinos ya han accedido a la ciudad de Huesca.

Los grandes centros agrícolas de producción de Los Monegros han parado su actividad y cerrado sus instalaciones, uniéndose a las movilizaciones de este 6F.

 

«Hoy toca estar aquí, ya que además se trata de un movimiento puramente social, al margen de la política y los sindicatos», ha señalado el gerente del secadero de cereales de Grañén, Mariano Ordás, desde la explanada del Palacio de Congresos de Huesca, donde han hecho parada varios de los socios de este centro productivo que ha parado por completo su actividad. «Hay que apoyar sus reivindicaciones y además, poner en valor su producción frente a la que entra desde otros países», ha reiterado, ya que su rentabilidad y por lo tanto, el futuro del campo está «seriamente amenazado» por la «estricta, compleja y en algunos casos, absurda normativa» que llega desde Europa.

 

Agrícola San Julián, ubicada en Torres de Barbués, también ha cerrado sus instalaciones y además, ha participado de forma activa en las movilizaciones, con sus tractores y ofreciendo uno de los almuerzos de la jornada. En concreto, el organizado en Tardienta. «Hay que estar aquí y dejarnos oír, ya que la situación es muy complicada, por los malos precios, la subida de los costes, la estricta normativa… A este paso, si no hay cambios, serán muy pocos los agricultores que puedan mantenerse y los que quieran coger el relevo», ha señalado uno de sus propietarios, César Casas.

 

También ha cerrado sus puertas otro de los centros más importantes del territorio, la Cooperativa Los Monegros de Sariñena. «Hemos querido mostrar nuestro absoluto apoyo a los profesionales del campo, ya que compartimos sus reivindicaciones, especialmente sus quejas ante las imposiciones medioambientales de la Unión Europea y la excesiva burocracia a la que deben hacer frente», ha señalado su gerente, José Miguel Ochoa. «Son medidas excesivas, que castigan al agricultor y limitan su rentabilidad, dejándole en desventaja frente a las posibilidades de producción de otros países como Brasil o Ucrania», ha añadido.

 

Otro de los centros que ha parado su actividad ha sido Cereales y Forrajes Lacasa de Poleñino y Marcén.