Los pueblos de colonización renacen en la sala de exposiciones de la Diputación de Huesca

La muestra reúne alrededor de 300 fotografías, planos y documentos sobre el origen y el presente de estas poblaciones creadas entre los años 40 y 60 del siglo XX.
La muestra se inauguró el pasado fin de semana con la participación de numeroso público.

La muestra se inauguró el pasado fin de semana con la participación de numeroso público.

A través de 300 fotografías, planos o documentos, la historia de los pueblos de colonización renace en la sala de exposiciones de la Diputación Provincial de Huesca. La ambiciosa muestra está comisionada por dos arquitectos e investigadores gallegos, Ana Amado y Andrés Patiño, que comenzaron su trabajo atraídos por la singularidad de estos entramados urbanísticos y que acabaron profundizando en su vertiente humana, después de experimentar la generosidad y apertura de sus pobladores y además, conocer de primera mano sus historias de lucha, solidaridad y perseverancia.

 

A lo largo de sus investigaciones, los dos arquitectos visitaron 45 de los 300 pueblos de colonización construidos en España entre los años 40 y 60 del siglo XX, a través del Instituto Nacional de la Colonización, que movilizó a alrededor de 60.000 familias, en un éxodo rural sin precedentes. En Los Monegros, se levantaron diez pueblos de colonización: Curbe, Montesusín, San Juan del Flumen, La Cartuja de Monegros, Cantalobos, Orillena, San Lorenzo del Flumen, Frula, Sodeto y Valfonda de Santa Ana.

 

Precisamente, estos dos últimos forman parte de la lista de los siete que Ana Amado y Andrés Patiño visitaron en Aragón. De forma inicial, su interés estaba en el estudio de la arquitectura de estas nuevas poblaciones, en las que trabajaron los mejores profesionales del momento como José Luis Fernández del Amo, Alejandro de la Sota o Fernando de Terán. También intervinieron artistas como Manuel Millares, Arcadio Blasco o Juana Francés. En Aragón, José Borobio fue el gran arquitecto de la colonización, donde optó por utilizar materiales del entorno como la piedra de zonas próximas. Dentro de sus construcciones, también cabe destacar la conformación de los campanarios de las iglesias con aparejo de ladrillo visto.

 

«Al principio, y por nuestra formación, nuestro interés estaba en estudiar la arquitectura experimental de estos pueblos de colonización, especialmente teniendo en el recuerdo las icónicas fotografías de Joaquín del Palacio, Kindel, que inmortalizó varias de las poblaciones diseñadas por José Luis Fernández del Amo. No obstante, fue el encuentro con sus pobladores lo que hizo que nos engancháramos y lo que nos animó a dar continuidad al proyecto», señala su comisaria, Ana Amado. «El contacto con los colonos nos cautivó. Primero, por su generosidad y apertura, y después, por sus historias; historias de lucha, perseverancia y solidaridad, donde era fundamental el apoyo y la unión entre familias», añade. Y de allí que su investigación se complete con entrevistas y fotografías de los actuales pobladores de estos pueblos de colonización, donde todavía es posible encontrar los testimonios de aquellos y aquellas que un día lograron levantar un hogar en mitad de la nada.

 

En Aragón, Ana Amado y Andrés Patiño visitaron cinco poblaciones oscenses: San Juan del Flumen, Sodeto, El Temple, San Jorge y Valfonda de Santa Ana; y dos zaragozanas, Ontinar del Salz y Sancho Abarca. De las primeras, además de su arquitectura común, su comisario destaca las grandes infraestructuras hidráulicas, entre ellas, el canal de Monegros, dirigidas a llevar el agua a las nuevas tierras que iban a ponerse en producción y dar sustento a los colonos.

 

El relato de la exposición, que lleva por título ‘Pueblos de colonización. Miradas a un paisaje inventado’ y que puede visitarse hasta el 21 de julio en la sala de la Diputación de Huesca, también desmonta algunas de las falsedades o mitos vinculados a la historia de las nuevas poblaciones. Así, entre otras, recuerda que a los colonos y colonas nadie les regaló nada y por ejemplo, cuenta su duro trabajo para hacer fértiles unas tierras salitrosas, en las que se cometieron errores, entre ellos, dejar la tierra vegetal en las márgenes.

 

El material expositivo ha sido dividido en dos plantas. El recorrido comienza explicando el contexto histórico en el que se desarrolla la reforma agraria, tras décadas de intentos, y cómo nacen los nuevos pueblos, con un gran mapa que sitúa a los cerca de 300 creados en España. En la planta baja, hay varias salas con denso material de archivo, que hace referencia a la arquitectura y urbanismo de los pueblos, junto a un espacio dedicado a su legado artístico. Allí, entre otros, aparecen planos de la ermita de Valfonda de Santa Ana.

 

También hay un espacio sobre el uso propagandístico de los pueblos de colonización durante la Dictadura y por supuesto, gran parte de la muestra reserva sitio para los colonos y colonas, con fotografías actuales y material audiovisual recogido exprofeso por los dos arquitectos, donde se les puede escuchar contar su historia en primera persona. A ello, se une además un espacio interactivo, donde el visitante puede llevarse a casa una serie de postales de recuerdo y dejar su propio mensaje.

El diputado de Cultura, Carlos Sampériz, fue el encargado de abrir el acto.

El diputado de Cultura, Carlos Sampériz, fue el encargado de abrir el acto.

Durante la inauguración, fueron varios los monegrinos y monegrinas que dejaron constancia de sus impresiones, incluido el diputado de Cultura, Carlos Sampériz, cuya familia materna procede de uno de los diez pueblos de colonización de Los Monegros, Frula. En su opinión, es de alabar la «valentía y arrojo» de estas familias, que dejaron atrás todo lo conocido y crearon juntas un nuevo hogar. También destacó la importancia de poner en valor su historia colectiva.

 

Y lo mismo hicieron los colonos de segunda y tercera generación que visitaron en su estreno la exposición situada en la sala de la Diputación de Huesca. Para ellos, a través de estos trabajos, se dignifica y aúpa la figura del colono, que fue denostada en algún momento, especialmente durante los primeros años. «Ahora, somos sinónimo de orgullo, lo que resulta muy importante, ya que son historias de lucha y sacrificio que merecen ser contadas», señaló Mari Mar López, vecina de otro de los pueblos de colonización de Los Monegros, Curbe.

 

También sintió que el espacio era un «merecido» homenaje a su historia otra monegrina, María Jesús Sarvisé, que vivió en primera persona el nacimiento y el desarrollo de Valfonda de Santa Ana. En su caso, su familia procedía de la cercana población de Torres de Barbués. «Me trae muy buenos recuerdos, especialmente por la unión y colaboración que existía en el pueblo», indicó.

 

«Las familias llegaban con la ilusión de poder prosperar, con el anhelo de convertirse en propietarios y con el deseo de ofrecer un mejor porvenir a sus hijos», señaló otro de los colonos de segunda generación, Gervasio Millán, quien se instaló a los 12 años en Frula, junto a sus padres y cuatro hermanos. «He venido por curiosidad y nostalgia; y me ha encantado tener la oportunidad de conocer la historia de los pueblos de otras Comunidades, con una arquitectura y urbanismo muy diferente», dijo.

 

Como cada exposición celebrada en DPH, la muestra incluye un amplio programa didáctico que se adapta a las necesidades de los diferentes públicos, con visitas guiadas para grupos o actividades para familias y niños. Para participar en las actividades así como para obtener más información, los interesados tienen a su disposición el correo electrónico didactica@dphuesca.es.

La exposición, que se estrenó en Madrid, está organizada por la Fundación ICO, en colaboración con la Diputación de Huesca, la Fundación Cerezales Antonino y Cinia y el Colegio Oficial de Arquitectos de Galicia.

 

Ana Amado y Andrés Patiño, comisarios de la exposición participaron en el acto de inauguración organizado en la sala de la DPH.

Ana Amado y Andrés Patiño, comisarios de la exposición participaron en el acto de inauguración organizado en la sala de la DPH.

Imagen de la sala dedicada al arte.

Imagen de la sala dedicada al arte.