Monegrillo aplaude la lectura “a vecinal” de Don Juan Tenorio

La interpretación fue dirigida por una de sus vecinas y en su día, actriz profesional, Pilar Gascón.
Imagen de grupo de las 22 personas que formaron parte del reparto de la lectura dramatizada de Don Juan Tenorio.

Imagen de grupo de las 22 personas que formaron parte del reparto de la lectura dramatizada de Don Juan Tenorio.

Los pueblos se alimentan de las pasiones de sus habitantes. Los talleres de manualidades, los equipos de fútbol, los clubs de lectura, las exposiciones colectivas o los grupos de teatro suelen tener su alma mater, es decir, una persona con pasión por una disciplina y deseos de compartir su experiencia. Monegrillo tiene varias, entre ellas, Pilar Gascón, una gran amante del mundo de la interpretación, que acaba de dirigir a un grupo de 22 vecinos y vecinas en la lectura dramática de la obra Don Juan Tenorio.

 

Tras semanas de intenso trabajo, el estreno tuvo lugar el pasado puente festivo. Al acto, acudió la práctica totalidad del pueblo, que se deshizo en aplausos y elogios. «Ha sido maravilloso», señala Gascón, refiriéndose al resultado y al proceso, ya que, según explica, «las 22 personas han mostrado un gran compromiso y además, han ofrecido su mejor versión, siguiendo cada indicación, animando al resto, superando las dificultades y disfrutando al máximo». «El ambiente ha sido inmejorable; nos hemos reído mucho y además, ha sido un ejercicio casi terapéutico, ya que ha servido para salir de casa a diario, socializar, desinhibirnos y convivir», indica.

 

El grupo ha estado formado por personas de diferentes edades, de los 16 a los 75 años de edad. Algunos se estrenaban sobre las tablas y otros eran repetidores. De hecho, Pilar Gascón, que se dedicó de forma profesional a la interpretación, ya había dirigido otras dos lecturas dramáticas en Monegrillo, ‘La Casa de Bernarda Alba’ y ‘Almas en pena’.

Imagen de un momento de la interpretación del grupo vecinal dirigido por Pilar Gascón.

Imagen de un momento de la interpretación del grupo vecinal dirigido por Pilar Gascón.

La directora repartió el texto entre las 22 personas implicadas, en su mayoría mujeres, con el fin de que todas tuvieran un peso similar en la representación de la función. Don Juan Tenorio consta de dos partes. La primera tiene cuatro actos y la segunda, tres, y en cada uno, se fueron cambiando los papeles. Por ejemplo, el protagonista, que aparece en cada uno de los actos, fue interpretado por siete personas diferentes. Para favorecer el seguimiento del público, Pilar Gascón escribió una serie de anotaciones, que se leyeron al inicio de cada acto, y además, jugaron con elementos que iban pasando de actor en actor. En el caso de Don Juan, fue una capa, que el que da el testigo colocaba sobre el siguiente intérprete.

 

«Tenía algo de miedo, ya que es una obra escrita en verso y con un lenguaje complicado, pero la gente se enganchó y disfrutó desde el principio. Además, el montaje quedó muy bonito, gracias a la introducción de música y efectos.  El público estaba emocionado y nosotros, también», señala Gascón.

 

«Ha sido maravilloso ver el resultado final y en especial, compartirlo con todo el pueblo. Pasamos juntos la tarde, nosotros mostrando nuestro trabajo y ellos recibiéndolo, y solo por eso merece la pena todo el esfuerzo realizado. También ha servido para acercar al público grandes clásicos y por supuesto, para hacerles disfrutar, con el ánimo de que se enamoren del teatro», insiste Gascón, que ha ido recuperando su contacto con las artes escénicas durante los últimos años. De hecho, a través de la compañía Producciones de Tres, participa en varias obras, entre ellas, ‘La mariposa de obsidiana’, de Juan Bolea, que estrenaron en El Principal de Zaragoza y que siguen interpretando en diferentes escenarios.

 

La monegrina, que volvió a su localidad cuando tuvo a su hijo, con el fin de que disfrutara de una infancia similar a la suya, compagina su pasión por el teatro con su trabajo en la panadería local.