
Imagen de una de las intervenciones que ya están en marcha, justo detrás de la iglesia.
La tercera edición de ‘Asalto Farlete’ ya está en marcha. A lo largo de esta semana, tres artistas urbanos de reconocido prestigio -Isaac Mahow, Hugo Casanova y Crisaltelma- trabajan en diferentes rincones del municipio con el objetivo de dejar su impronta en muros y fachadas. La temática elegida este año gira en torno a las festividades y tradiciones de la localidad, que sirven de inspiración para sus creaciones.
Con el fin de empaparse del ambiente local, los artistas participaron recientemente en la romería a la ermita de San Caprasio, donde compartieron la jornada como un vecino más: pelaron patatas, ayudaron en la preparación del rancho y asistieron a los actos organizados en el entorno de la ermita. Allí, visitaron las cuevas y conversaron con los asistentes, recogiendo vivencias que han incorporado a su proceso creativo. También han recopilado fotografías de otras celebraciones populares, como el tradicional mondongo del día de San Antón, según explica el teniente de alcalde y concejal de Participación Ciudadana, Joaquín Fustero.
Las intervenciones ya han comenzado y se desarrollan en vivo, a la vista de los vecinos y las vecinas. Los espacios elegidos para esta edición son un almacén del Paseo Monegros Sur, la parte trasera del antiguo ayuntamiento en la Plaza de España y otro almacén ubicado en la confluencia entre la Avenida Zaragoza y la calle del Horno. Se prevé que los trabajos concluyan el próximo domingo, 18 de mayo.
De forma paralela, está programado un mercado de productos artesanales, que será el sábado, de 11.00 a 14.00 horas, en las piscinas y con casi una veintena de puesto. Al día siguiente, domingo, tendrá lugar una actuación musical a cargo del grupo de versiones The Cucumbers, que comenzará a las 12.00, en el anfiteatro de las piscinas, para redondear un fin de semana que unirá arte, cultura y convivencia.
‘Asalto Farlete’ es una iniciativa que nace del Festival Asalto de Zaragoza y que extiende su filosofía a otros territorios. La propuesta llegó al municipio monegrino a raíz del interés mostrado por el propio Ayuntamiento.
Desde el consistorio, el balance de las dos primeras ediciones es más que positivo. «Nos da visibilidad a la localidad y además, nos posiciona en el mapa cultural, alcanzando una gran repercusión», indica Fustero. En su opinión, la iniciativa también «genera un sentimiento de orgullo y pertenencia». «Las obras embellecen el municipio, están vinculadas a nuestras raíces y elevan el valor de lo cotidiano. Además, al desarrollarse en vivo, favorecen la conversación y la relación directa entre los artistas y la gente», concluye.