
Actuación del dance a las puertas de la ermita.
La Almolda ha vivido este jueves una de sus jornadas más emotivas y tradicionales. En el día grande de Santa Quiteria, vecinas y vecinos han madrugado para participar en los actos religiosos y festivos que han llenado de vida cada rincón del municipio.
La jornada ha arrancado con la despertadera y el Rosario de la Aurora, seguido de la romería hasta la ermita, de la que han formado parte las banderas, el grupo de dance, las reinas, la banda de música y las autoridades. Al llegar al templo, ha tenido lugar la celebración religiosa, con el acompañamiento musical a cargo de la ronda local Ecos de la Sierra. La ceremonia, que ha incluido la tradicional ofrenda, ha sido oficiada por el Arzobispo de Zaragoza, Carlos Manuel Escribano.
Al finalizar la misa, ha tenido lugar la primera actuación del dance a las puertas de la ermita, donde han llevado a cabo sus tradicionales mudanzas y pasacalles. Su mayoral, Blas Samper, ha explicado que las jornadas centrales de las fiestas se viven con intensidad y devoción. «Son días de mucha actividad, trabajo y cansancio, pero también de mucha alegría y emoción, ya que son nuestros patrones y queremos rendirles homenaje», ha indicado. «Nos levantamos a las 5.30 con el fin de formar parte de las Despertaderas y el Rosario de la Aurora y después, seguimos con la procesión, la actuación y el Rosario General», ha detallado.
Ante la intensidad del grupo, tal y como decía un antiguo dicho, «para ser danzante hay que cargarse un CAI de trigo», ha recordado Samper, haciendo mención al trabajo y preparación previa. El CAI es una unidad de medida agrícola antigua que oscilaba entre los 70 y 80 kilos de trigo. No obstante, como ha señalado, lo importante es el deseo y el interés y por lo tanto, el grupo está abierto a cualquier persona y en la actualidad, «gozamos de una buena cantera», ha puntualizado Samper. De hecho, hay 14 nuevos integrantes que se estrenarán el día de San Antonio.

A la izquierda, uno de los bailarines del grupo, que se colocan en los extremos cuando la formación está alineada.
«Los danzantes son la joya de la corona, y, junto a ellos, los actos populares que tanto disfrutamos», ha señalado la alcaldesa Montse Ordovás, quien también ha expresado su deseo de que «todo transcurra con emoción, en armonía entre los vecinos, y que podamos disfrutar de unas fiestas entrañables celebrando nuestras tradiciones».
Tras los actos celebrados a lo largo de la mañana, estaba previsto el reparto de pan bendito a cargo de las Reinas y por la noche, el Rosario General, el Canto de la Salve y los Fuegos Artificiales. También habrá doble sesión de baile con la orquesta Alaska On Tour.