
Josephine Monter, junto a la escultura de La Mora, que creó en el año 2006.
La localidad monegrina de Sena volverá a subir este jueves, 10 de julio, hasta lo alto del tozal que da nombre a una de sus leyendas más queridas: la de La Mora. La cita, organizada por la Asociación Cultural Senense, coincide con la luna llena, un momento especialmente simbólico y vinculado con la tradición oral.
La subida se realizará en coche y el punto de encuentro será a las 21.00 horas, al pie del tozal. Durante la velada, habrá música en vivo con la participación de varios intérpretes locales y además, reparto de magdalenas, limonada y quemadillo. Como cada año, la convocatoria está abierta a todo el que desee compartir una velada entre historia, cultura y naturaleza.
La protagonista de la noche será la escultura de La Mora, una figura sentada y con un cántaro bajo el brazo, esculpida en 2006 por la artista Josephine Monter, natural de Sena. La obra representa a una mujer de origen árabe, que, según cuenta la leyenda, tras la expulsión de los moriscos, pidió quedarse en la zona, sin tener otro lugar a donde ir, al haber perdido a su marido e hijos. Los cristianos accedieron y la mora se instaló en una cueva del entorno, que quedó impregnada de su presencia. Se dice que, en las noches de luna llena, todavía es posible verla salir de su cueva y caminar hacia el río. Su aparición es considerada un presagio de buena suerte.
Además de esta escultura, Josephine Monter, que cuenta con galería propia en Sena, es autora de otras dos obras situadas en la sierra del municipio, La Tía Tonina, en homenaje a una querida vecina, y el Laberinto.
La artista, junto a otros vecinos y vecinas, también suele participar en este acto que se repite cada mes de julio y que une tradición, cultura y naturaleza. Su objetivo es disfrutar de una velada única, entre cantos y bailes, y con la esperanza de cruzarse con la misteriosa figura.