
La jornada reunió a residentes, trabajadores, familiares y representantes institucionales.
La Residencia Municipal de Sariñena celebró este pasado fin de semana su 40º aniversario con un emotivo acto que reunió a residentes, familiares, trabajadores y representantes institucionales. El acto también sirvió para celebrar los 100 años de una de sus residentes, Conchita Arilla Loscertales, de El Tormillo.
La jornada permitió recordar los inicios del centro, rendir homenaje a quienes lo han hecho posible y mirar al futuro con esperanza, destacando su papel como referente en el cuidado de personas mayores en el medio rural.
Inaugurada en 1984, fue la primera residencia de titularidad municipal de Aragón, impulsada por el entonces alcalde del municipio, José Antonio Martínez Val. Desde entonces, la residencia se ha mantenido como un servicio esencial para la localidad y la comarca.

También se celebraron los 100 años de una de las usuarias, Conchita Arilla Loscertales.
Durante el acto, el Ayuntamiento quiso agradecer la labor de los diferentes responsables municipales, el trabajo de todo el equipo humano que ha pasado por el centro a lo largo de estas cuatro décadas así como la labor de sus actuales profesionales, por su «entrega diaria, esfuerzo, cariño y profesionalidad». «Sin su entrega diaria, esta residencia no sería el hogar que hoy representa para tantas personas», señalaron desde el equipo de gobierno. También recordaron la dureza vivida durante la pandemia, superada «gracias a la fuerza colectiva y al espíritu de comunidad», escribieron a través de las redes sociales de la institución.
La residencia, situada en un edificio de tres plantas rodeado de zonas verdes, cuenta entre sus servicios con atención médica, enfermería, fisioterapia, terapia ocupacional, cocina propia, lavandería y peluquería, además de un programa de actividades socioculturales que favorece la participación y el bienestar de los usuarios.
Desde el Ayuntamiento reivindicaron la importancia de mantener este modelo de atención y lanzaron un mensaje de optimismo para seguir construyendo «un entorno donde la cercanía y el respeto sean la base de nuestro día a día».