
Un semáforo alterna el tráfico en las curvas de la Portellada.
El avance de las obras en la A-230, cuyos primeros movimientos de tierra y desmontes comenzaron durante el pasado mes de febrero, es ya visible, y actualmente tiene en ejecución o ya ejecutado al 95% de los 151,2 kilómetros de vías como la propia A-230, la A-129, la A-131 y la A-1213.
En el caso de la A-230 (Sariñena-Bujaraloz), se va a ver ampliada la calzada, pasando de dos carriles de 3 metros cada uno y arcenes estrechos a carriles de 3,5 metros y arcenes de un metro, ganando en prestaciones, seguridad y fluidez del tráfico en una carretera llamada a vertebrar la comarca de norte a sur, además de servir de vía de comunicación con otras grandes localidades de la región, como Huesca o Caspe.

Los nuevos carriles tendrán 3.5 metros de ancho, más arcenes.
Las obras de la A-230 están entre las más esperadas y demandas por la población de Los Monegros, por la estrechez de la vía y su mal estado, repleto de irregularidades y socavones. La actuación, que afecta al tramo entre Sariñena y Castejón de Monegros, se extiende un total de 25,2 kilómetros. Desde Castejón de Monegros hacia Sariñena, lo previsto es renovar por completo la plataforma, modificando la rasante y ampliando el ancho de la calzada. En sentido sur, hacia La Almolda y Caspe, se realizarán bacheos previos a la colocación de una nueva capa de aglomerado.

Trabajos entre Castejón y La Almolda.
Precisamente, dentro del marco de estos trabajos, desde el pasado mes de junio se encuentra cortado el paso por el puente sobre el río Flumen, localizado en el punto kilómetro 68, justo antes del cruce hacia la pedanía de San Juan del Flumen. El corte, previsto para tres meses e iniciado a principio de verano, se prolongará hasta el 21 de septiembre, fecha estimada de su reapertura.
Uno de los puntos de mejora sustancial de este itinerario es la intersección de la A-230 con la A-2410, al incorporar un carril central de espera, una zona de aceleración, otra de deceleración y otra de almacenamiento para los giros a la izquierda. Se trata de una vía autonómica que va a ser completamente renovada en más de 70 kilómetros, de lo que se van a beneficiar los conductores que circulan habitualmente entre Sariñena y Caspe y de otros municipios de las comarcas de Monegros y Bajo Aragón-Caspe.
Para el consejero de Fomento, Vivienda, Logística y Cohesión Territorial, Octavio López, «la vocación de este Plan Extraordinario de Carreteras es la de cohesionar el territorio e igualar derechos y oportunidades entre el medio rural y las ciudades a través de la mejora sustancial de las comunicaciones, porque allá donde hay una buena carretera gana todo el mundo: los vecinos que las utilizan para sus desplazamientos cotidianos, las empresas que ven mejoradas sus posibilidades de negocio y el territorio, que es más proclive a recibir habitantes y más y mejores inversiones».
Respecto al resto de carreteras del Itinerario 4, en la A-129 ya se han asfaltado 16,5 de los 18,5 kilómetros entre Zaragoza y Lanaja y de los 15,7 kilómetros entre Lanaja y Sariñena solo queda por finalizar un kilómetro. En la A-131 entre Huesca y la intersección con la A-1213 se ha ejecutado enteramente una rotonda y se trabaja en el asfaltado de un tramo de 3 kilómetros. Y en la A-1213 ya se han renovado 18,7 kilómetros entre Grañén y la intersección con la A-131, mientras se trabaja en el tramo entre esta localidad monegrina y el cruce con la A-129.
Las obras del Plan Especial de Carreteras comenzaron hace un año con un presupuesto de 630 millones de euros y un plazo de ejecución de 30 meses, con lo que su finalización está prevista para el primer semestre de 2027. Se trata de un modelo concesional dotado de una inversión de 2.600 millones de euros por el que las empresas concesionarias están renovando por completo 1.760 kilómetros de la red autonómica de carreteras y se encargarán de conservarlas y de mantenerlas en perfecto estado de revista durante 25 años.