
Carlos de Corbera Tobeña ofreció una ponencia sobre las once tablas perdidas del retablo gótico de Sijena.
Villanueva de Sijena ha conmemorado este fin de semana el 812º aniversario de la muerte de Pedro II de Aragón. La participación ha sido buena en todos los actos, lo que ha permitido cumplir con el objetivo de sus promotores de rescatar y poner en valor la figura del monarca.
La programación arrancó el viernes con la presentación de la recién reeditada novela de Luis Zueco, ‘Tierra sin rey’, que atrajo a un nutrido público bajo el pórtico del monasterio. Tras la charla, el escritor mantuvo un animado coloquio con los asistentes sobre el contexto histórico y la trascendencia de Pedro II en la historia de Aragón.
La actividad se trasladó el sábado a la casa natal de Miguel Servet, donde tuvo lugar la jornada anual del Instituto de Estudios Sijenenses ‘Miguel Servet’. La ponencia de Carlos de Corbera Tobeña sobre las once tablas perdidas del retablo gótico de Sijena suscitó un gran interés y abrió nuevas perspectivas sobre el rico patrimonio vinculado al cenobio.

Imagen de la ofrenda floral realizada ante el Panteón Real de Sijena.
El colofón llegó con el homenaje celebrado en el propio monasterio, en el que se rindió tributo a Pedro II coincidiendo con el aniversario de su muerte en la batalla de Muret (1213). Alberto García Mir, promotor del Instituto de Estudios Sijenenses, y la escritora Cristina Bernadó, autora de ‘La dama de Vallbona’, novela que recrea la corte del monarca a través de una mirada femenina, realizaron juntos la ofrenda floral en el Panteón Real.
Pedro II fue un rey clave para el Aragón del siglo XIII. Coronado en Roma por el papa Inocencio III, consolidó los lazos de la Corona con el Papado y expandió sus dominios, aunque su reinado quedó marcado por las tensiones políticas y religiosas del momento. Su derrota y muerte en Muret frente a los cruzados supuso un duro golpe para la Corona de Aragón y un punto de inflexión en la historia del reino. Desde entonces, su memoria quedó ligada al monasterio de Sijena, fundado por su madre, la reina doña Sancha, y donde fue enterrado.